sábado, 15 de octubre de 2016

LA GUERRA EN COLOMBIA TIENE SUS DÍAS CONTADOS - CARLOS ARTURO VELANDIA - LA TERCERA - CHILE

Carlos Velandia: “La guerra en Colombia tiene sus días contados”
Autor: Alejandro Tapia
En esta entrevista con La Tercera, este ex líder guerrillero dice que el ELN liberará a los secuestrados. Además insiste en que el proceso de diálogo del ELN con el gobierno es independiente al de las Farc.


En 1970 Carlos Velandia era un estudiante más en el departamento de Santander, en el nororiente de Colombia. Fue ahí donde seis años antes había tenido origen el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en el mismo año en que irrumpieron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc). “No teníamos ninguna otra opción porque en el país se había instalado un gobierno bipartidista que no permitía alternativa. Eso nos llevó a muchos jóvenes a irnos para el monte, porque mataban a mis amigos. Era mi única opción para luchar”, cuenta el propio Velandia a La Tercera al teléfono desde Bogotá.
Pronto, Velandia se transformó en “Felipe Torres” y escaló hasta lo más alto en la jefatura de esta guerrilla de inspiración guevarista. Así, llegó a comandante y miembro de la dirección nacional del ELN. Pero en 1994 su vida tomó un abrupto giro cuando fue tomado preso. Entonces pasó 10 años en la cárcel y desde prisión se transformó en el representante del ELN en las negociaciones de paz con los gobiernos de Ernesto Samper y Andrés Pastrana, que no llegaron a buen puerto.
“En esa época conocí al Estado, conocí al país, a la sociedad, de la cual estaba bastante alejado mientras permanecí en la montaña. Y cuando salgo en libertad en 2004 tomo la decisión de no disparar un tiro más y lo notifico al ELN, al país y al gobierno y ofrezco una salida negociada al conflicto”, cuenta Velandia, quien luego partió a España para unirse a la Escuela de Cultura de Paz, Universidad Autónoma de Barcelona. A esas alturas Velandia ya había coincidido con otro “camarada”, Yezid Arteta, un ex comandante de las Farc que había tomado su mismo camino luego de una década en prisión. De hecho, ambos se conocieron en la cárcel en 1995 y posteriormente los dos apostaron por la paz.
Precisamente, ya como civil, Velandia se convirtió en una suerte de puente, de mediador no oficial entre el ELN y el gobierno. En junio pasado regresó a Colombia, pero fue tomado preso y recién recuperó su libertad en agosto, precisamente porque su figura ahora es vista como clave en el marco de la mesa de diálogo entre el ELN y el gobierno de Juan Manuel Santos que se instalará a partir del 27 de octubre en Quito.

¿Cómo se logró llegar a una mesa de negociaciones entre el gobierno y el ELN?

Se llega a trompicones, tengo que decirlo de esa manera porque realmente ha sido así. Ha sido una llegada muy accidentada, sobre todo porque estuvo precedida de un proceso de exploración de tres años, un proceso de búsqueda, hasta que finalmente se llega a un acuerdo, que se anunció el 30 de marzo en Caracas. Y luego se esperaba que en el corto plazo se diera el inicio. El ELN llega con una carga a cuestas que son los secuestrados y la posibilidad de seguir secuestrando, con lo cual el gobierno señaló que era inconveniente iniciar conversaciones en esas condiciones, tras lo cual le plantea al ELN que liberen a los secuestrados, que generan preocupación y mucha irritación social.
¿Cuántos secuestrados tiene el ELN? ¿Está dispuesto a liberarlos para que la mesa de diálogo concluya de buena manera?

Mucho menos de 10. No tengo el número exacto. Se han venido dando liberaciones. Hay un compromiso de liberar a más personas antes de que se sienten a la mesa el día 27 de octubre.
¿Este anuncio de la mesa de diálogo en Quito es una consecuencia del fracaso del acuerdo de paz con las Farc tras el plebiscito de 2 de octubre o corre por un camino paralelo?

Corre por un camino paralelo. Mucho antes del plebiscito el ritmo y el nivel de entendimiento que había entre el ELN y el gobierno para superar las dificultades estaba bastante desarrollado. Incluso el anuncio era para antes del plebiscito. Lo de las Farc no tuvo incidencia directa.
Con el correr de los años el ELN ha visto muy disminuida su fuerza ¿Ese hecho condicionó que se sentaran a negociar con el gobierno, sumado a que las Farc tomaron esa vía también?

El proceso con el ELN es totalmente independiente y autónomo respecto del proceso de las Farc. Pero se ha instalado en el país una nueva situación: que la guerra está llegando a su fin. La guerra tiene sus días contados en Colombia. Hay una concurrencia de los procesos políticos, porque en Colombia la guerra se agotó para el ELN, las Farc y para el Estado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario