jueves, 29 de agosto de 2013

EL ELN PONE EL BALÓN EN EL TEJADO DEL GOBIERNO

El ELN pone el balón en el tejado del gobierno

Por Carlos Arturo Velandia JaguaVer más artículos de este autor 
Debemos entender la liberación de Gernot Wober como el acto de paz que da apertura a una nueva situación.

La liberación del ciudadano canadiense Gernot Wober, efectuada por el ELN, constituye la superación del mayor obstáculo para dar inicio a una mesa de diálogo y negociación entre esta guerrilla y el Gobierno Nacional. 

El mismo presidente, Juan Manuel Santos, había est
ablecido que la liberación del “canadiense” era un paso correcto en la dirección correcta. Queda pues el país a la espera a que estas partes del conflicto armado interno intensifiquen sus contactos, realicen las mutuas y debidas exploraciones y pacten la agenda de proceso que a bien tengan. Eso sí, en un espacio de absoluta discreción que les permita a los compromisarios de estas dos partes concentrarse en acordar los pasos y actos que permitan crear confianza y construir un ambiente positivo para los diálogos, diseñar el proceso, sin interferencias y en un clima de seguridad y tranquilidad apropiadas. 

A la Colombia que quiere la paz, trabaja y se preocupa por ella, no le interesa saber los detalles de los contactos, pero sí conocer el acuerdo de agenda a que lleguen en el momento en que lo hagan, tomándose el tiempo estrictamente indispensable para diseñar la arquitectura del proceso, la cual será decisiva para llevar los diálogos al fin del conflicto armado y a sentar las bases de la paz y la justicia social. 

El hecho de contar con el proceso de diálogo de la mesa de La Habana es un valor agregado a la experiencia en materia de diseño de procesos de paz, la cual será muy útil al momento de discutir los procedimientos, los tiempos, los facilitadores y los contenidos de la agenda, por cuanto se podrá partir del criterio de que lo que funciona bien en el proceso de La Habana, puede también ser aplicado para el proceso con el ELN.

Vistas así las cosas, un proceso con los elenos podrá tener unos ritmos de mayor agilidad en los trámites, por cuanto ya existen textos muy discutidos y sólidos, como por ejemplo la parte introductoria del “Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, o más conocido como “Agenda de La Habana”. 

Igualmente, ya hay temas de la agenda que se han discutido que no se deben repetir, como es el caso del tema de tierras. Asimismo, en un proceso con el ELN es impajaritable que el tema de desarrollo minero – energético y el de participación de la sociedad en la construcción de la paz y del país deban ocupar un destacado lugar en la agenda, de modo que los procesos de paz sean complementarios y no competitivos. Pero también hay temas comunes a tratar con ambas insurgencias, como son los temas de participación política, víctimas, mecanismos de legitimación y gestión del postconflicto, los que podrán ser discutidos en una mesa común: 

Quiere esto decir que en el país tendremos dos procesos simultáneos pero a dos velocidades: una la que tiene la mesa de La Habana y otra la del ritmo que tendrá la mesa con los elenos. 

Además en escenarios diferenciados, esto es, en países distintos para garantizar que las dinámicas propias de un proceso no genere impactos negativos en el otro. De igual manera, el proceso con los elenos deberá tener equipo de negociadores del gobierno diferente al del proceso de La Habana, liderado por una personalidad altamente representativa del Establecimiento, con gran idoneidad y reconocimiento  nacional. Es fundamental que los procesos estén dirigidos y conectados por y a través de un mismo centro político, que no puede ser otro que la Oficina del Alto Comisionado para la Paz. 

Muy seguramente el proceso con el ELN contará con otros países facilitadores entre los que podrían ser Suiza, Uruguay Brasil, Bolivia, Argentina, Venezuela, Cuba y Noruega como ha sido comentado por algunos medios.

De este modo la liberación de Gernot Wober, debemos entenderla como el acto de paz que da apertura a una nueva situación, es decir el ELN ha puesto el balón en el tejado del Gobierno, Colombia entera espera una respuesta positiva, no otra cosa.

En Twitter: @carlosvelandiaj


miércoles, 28 de agosto de 2013


"Diálogo entre el Gobierno y Eln está cerca": Velandia
Efe | Bogotá | Publicado el 28 de agosto de 2013
El inicio del diálogo entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (Eln) se acerca tras la liberación de un canadiense secuestrado, afirmó el exdirigente de esa organización Carlos Arturo Velandia, quien además advirtió de que la paz con las guerrillas pasa por resolver el conflicto social.

"Felipe Torres", el apodo con el que Velandia combatió durante 20 años, dijo que con la liberación ayer de Gernot Wobert, quien estuvo secuestrado 221 días, "no debería haber más obstáculos de por medio para que de una manera definitiva las dos partes se sienten a conversar, definir una agenda y ponerse a trabajar".

Y es que la puesta en libertad del geólogo de la multinacional canadiense Braewal Mining Corporation respondió a las peticiones del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien había insistido en esa condición para iniciar el diálogo con la segunda mayor guerrilla del país por detrás de las Farc.

Velandia vaticinó que si el proceso con el Eln "se inicia pronto" habría tiempo para acordar el fin del conflicto antes de las elecciones presidenciales de 2014, tal y como pretende Santos.

"El presidente tiene unas angustias por los tiempos, porque tiene su tiempo limitado y el Parlamento también. Pero los tiempos de un proceso de paz son muy diferentes", indicó Velandia, para indicar que "habría que acelerar la marcha" si se quiere lograr el objetivo.

El Eln ha expresado en varias ocasiones su intención de iniciar conversaciones a semejanza de las que se celebran en La Habana con las Farc desde noviembre de 2012.

Sin embargo, Velandia dejó claro que el Gobierno debe resolver el conflicto social, expresado en las graves protestas campesinas que invaden el país desde hace diez días, para lograr la paz tanto con las Farc como con el Eln.

"Si el Gobierno no resuelve los conflictos sociales de ahora (...) difícilmente podrá resolver el conflicto armado en Colombia", afirmó, al alertar de la contradicción que representa ante la sociedad que el Ejecutivo trate con "mano dura" al campesino y con "mano blanda" al guerrillero.

Con esas palabras, se refirió precisamente a las conversaciones de Cuba, que coinciden con la mayor protesta del campesinado colombiano desde que Santos llegó al poder, en agosto de 2010.

Esta protesta, que se inició el 19 de agosto, ya se ha cobrado la vida de cinco personas, en medio de numerosas denuncias de campesinos por el uso desmesurado de la fuerza por parte de la policía.

"Lo que uno ve es la diatriba del Gobierno, que descalifica al movimiento social; lo que se ve es la acción policial persiguiendo y maltratando al campesino, a las mujeres y a los niños", agregó.

Velandia, quien vivió exiliado en España entre 2004 y 2011 tras cumplir una condena de diez años, hoy se desempeña como investigador de la Escuela de Cultura de Paz de la Universidad Autónoma de Barcelona, donde trabaja en busca del añorado fin del conflicto armado en su país.

Desde esta posición, el exdirigente guerrillero, de 61 años, considera que el Gobierno debe reconocer que "se ha equivocado gravemente en los últimos 50 años".

Por ello, invitó al presidente Santos a afrontar con diálogo y soluciones los conflictos sociales, ya que si no lo hace "actúa en perjuicio del diálogo con la guerrilla en la mesa de La Habana", así como en un eventual proceso de paz con el Eln.

"Modificar el modelo económico y de acumulación de capital en muy pocas manos. Es así de simple", agregó al referirse a lo que, a su juicio, es una solución a la crisis social que vive Colombia.

Para Velandia, los problemas que afronta el campesinado "se han venido agravando" respecto a 50 años atrás, cuando surgieron las Farc y el Eln bajo una doctrina de izquierdas y de defensa del campesinado.

Apuntó que en estos años se ha acumulado "una tradición de lucha y una situación de rabias contenidas por la insatisfacción, por el engaño".

Carlos Arturo Velandia se incorporó al Eln en 1972 y llegó a la máxima jerarquía, en 1994 fue capturado y encarcelado, hasta 2004, cuando partió al exilio.

Durante los diez años en los que estuvo bajo reclusión, participó como negociador en procesos de paz entre Eln y los gobiernos de Ernesto Samper, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe.