EL
EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL DE COLOMBIA A 50 DE SU ALZAMIENTO EN ARMAS
El Comando Central –COCE- del Ejército de Liberación
Nacional, no imaginó que colgar una nota en su página web, aplazando su
actualización de los acostumbrados días lunes, para hacerlo el día miércoles 7
de enero, en el que harían un “anuncio”; se convirtiera en una campaña de
expectativa que ya envidiaría cualquier marca de refrescos. Pero no era para
menos, el 7 de enero el ELN conmemoraría su surgimiento oficial, pues en esa
fecha hace cincuenta años, una veintena de guerrilleros mal armados se tomó la
población de Simacota, y desde su plaza central leyó una escueta arenga, que se
convirtió en su reclamo o grito fundacional, más conocido como Manifiesto de
Simacota.
De inmediato los medios de comunicación corporativos
replicaron la nota y se dieron a la tarea de consultar a expertos, sobre que
creían que iría a decir en ese anunciado “anuncio”. Obviamente todo lo que se
dijera y dijo no eran más que especulaciones, porque la razón verdadera y
contenido del anuncio, el ELN se lo tenía muy bien guardado: que habían
realizado el V Congreso Nacional.
En un contexto de normalidad, realizar un evento interno
tiene una trascendencia limitada, pero realizar un evento democrático en el
interior de una organización revolucionaria en medio de la guerra, es un asunto
de gran importancia y complejidad, habida cuenta que debió hacerse en la
clandestinidad, con la participación de los principales líderes y lideresas,
además de en absoluto secreto.
El Congreso Nacional del ELN, es el máximo evento
interno, además de ser la más alta autoridad, define la línea política, la
estrategia, la estructura, los estatutos y reglamentos, la táctica para el
periodo, examina los temas neurales de la política nacional, examina el estado
del conflicto y la correlación de fuerzas, examina el estado de los acumulados
políticos y sociales, examina el estado de la unidad en el campo de los
revolucionarios y de la unidad con el movimiento político y social, hace
balance de lo acontecido entre el Congreso anterior (el IV en 2006) y el
actual, examina los retos del momento, entre ellos el proceso de paz en curso
en el país, examina la situación internacional poniendo énfasis en
Latinoamérica y toma decisiones que obliga a la totalidad de miembros del ELN y
sus estructuras, así como también elige nueva Dirección Nacional y nuevo
Comando Central.
De todo lo anterior, lo que más se esperaba en los
círculos del Gobierno Nacional, de la Mesa de Diálogos de La Habana y de los
sectores más comprometidos con el proceso de paz, era que el ELN definiera su
dilema sobre la dejación de armas, situación que se estaba convirtiendo en un
obstáculo para avanzar en la fase de diálogos secretos con el Gobierno, o
diálogos de exploración y definición de la agenda, habida cuenta que el ELN
expresaba su voluntad de avanzar en la superación del conflicto armado, pero la
línea política vigente del ELN, no contenía ni una sola palabra sobre “dejación
de armas”.
Generar expectativa sobre un anuncio es bueno, pero
cuando ésta rebasa los alcances de lo que se va a ofrecer, entonces puede
convertirse en un factor de desaliento desengaño. El día y la hora señalados
para el anuncio llegó y con él la actualización de la página web de los
“elenos”, o “griegos” como en jerga conspirativa de los años 70´s se les
denominaba; en la que se anunciaba que el ELN había realizado su V Congreso
Nacional y dio a conocer la Declaración Política del V Congreso Nacional; que
en lo fundamental plantea:
- Los
planteamientos de lucha contra la oligarquía y el imperialismo, luego de
cincuenta años, siguen teniendo validez.
- Las
causas que originaron el conflicto armado como son: la exclusión política que
hace el bipartdismo, la explotación de los trabajadores, el expolio de los
recursos naturales, la miseria y pobreza de las amplias mayorías, la violencia
del Estado para acallar la protesta social, siguen vigentes en condiciones más
agudas que hace cincuenta años.
- La
lucha armada es una forma de lucha auténtica de los pueblos.
- Retoma
del Manifiesto de Simacota nuevos bríos para continuar en la lucha
- Valora
altamente los procesos democráticos y revolucionarios de América Latina.
- Pide
al Estado que reconozca a Palestina en su derecho de ser y hacer país y Estado.
Se solidariza con Siria y pide que se respete el derecho del pueblo sirio a
decidir sobre sus gobernantes, sin injerencias extranjeras.
- Exalta
la unidad de los revolucionarios y clama por la unidad del movimiento político,
social y democrático de estirpe popular, para que se construya a sí mismo en
factor de poder.
- Frente
a la solución política del conflicto armado y la paz en Colombia, anuncia que
tiene toda la disposición para explorar con el Gobierno, la voluntad para hacer
las reformas y transformaciones, que posibilite superar las causas que
originaron el alzamiento en armas, y “si en este examen concluimos que no son necesarias
las armas, tendríamos la disposición de considerar si dejamos de usarlas”.
A la vista ha quedado que en el interior del ELN “se
movieron las cosas”, quizás no tanto como lo deseaban algunos, que expresaron
su desánimo por que el ELN no había hecho un anuncio más claro y contundente.
Pero hay que entender que al ELN no se le puede medir con las lógicas con que
se mide a otras organizaciones insurgentes, los elenos tienen sus ritmos y unos
modos y cultura propia para hacer sus definiciones; quienes hemos estado en las
filas de la insurgencia elena, sabemos que el debate fue arduo y extenuante,
que participaron desde la dirigencia nacional, hasta el más anónimo de los
militantes y combatientes; que las definiciones políticas alcanzadas permiten
avanzar al mismo tiempo que se preserva la unidad interna; que se ha modificado
la línea política histórica del ELN en favor de la “dejación de armas”, en la
versión de “dejación del uso de las armas”; en situación parecida (guardadas
las distancias y proporciones) a como lo han hecho el IRA en Irlanda y ETA en
España.
Por todo lo anterior, hoy es posible avizorar un
horizonte más claro para el final de la guerra en Colombia, tener la certeza de
que éste año 2015 será un año de definiciones importantes para nuestro país,
cada vez se tiene mayor convicción de que vendrá una época compleja y de múltiples
conflictos, que la sociedad deberá encarar en el ejercicio de la política, pero
sin el asocio con las armas.
El conflicto armado terminará por superarse a cambio de
mayor democracia e inclusión, de garantías reales para hacer política
revolucionaria y de oposición, de garantías para que nadie sea matado o
perseguido por pensar diferente y las bases creadas para que la sociedad se
empodere y asuma el reto de introducir los cambios y transformaciones, que no
se lograron con cincuenta años de guerra en Colombia.
Escrito por Carlos Arturo Velandia Jagua
Tomado de: http://www.naiz.eus/eu/hemeroteca/gara/editions/gara_2015-01-14-06-00/hemeroteca_articles/el-eln-tras-50-anos-de-lucha
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